En la ingeniería estructural y de viento modernas, la determinación precisa de las cargas de viento desempeña un papel decisivo en asegurar la seguridad, la habitabilidad y la eficiencia económica de edificios e infraestructuras civiles. Tradicionalmente, los ingenieros han confiado en cálculos de cargas estáticas de viento basadas en normas, como los descritos en el Eurocódigo 1991-1-4 o ASCE 7-22, para determinar las cargas de diseño. Estos enfoques utilizan fórmulas analíticas simplificadas derivadas de experimentos en túneles de viento y datos empíricos, proporcionando casos de carga estandarizados que generalmente son suficientes para estructuras convencionales.
Sin embargo, con el auge de la dinámica de fluidos computacional (CFD) en la práctica de la ingeniería, ha surgido una poderosa alternativa que ofrece un conocimiento y una precisión mucho mayores. Las simulaciones de viento CFD son cada vez más reconocidas no solo en la investigación, sino también en el diseño de ingeniería aplicado, especialmente para estructuras complejas y sensibles al viento.