Un día de trabajo en el soporte al cliente comienza con una visión general de las próximas tareas. En primer lugar, se supervisan los correos electrónicos del sistema para documentar noticias, como errores o solicitudes de los clientes. Posteriormente, las solicitudes abiertas se alinean en la bandeja de entrada personal, antes de que las inquietudes adicionales de nuestros clientes se procesen en la bandeja de entrada general.
Si tiene la tarea de contestar el teléfono ese día, el teléfono suena de vez en cuando. Las preguntas se responden directamente, los problemas se resuelven y se proporciona soporte específico. Los temas recurrentes se documentan en nuevas entradas de preguntas frecuentes para que problemas similares se puedan resolver más rápidamente en el futuro. Y si surge un caso particularmente complicado, el equipo trabaja en conjunto en una solución, para que todos aprendan algo nuevo.
Después de una pausa para almorzar juntos, la tarde comienza con energías renovadas. El enfoque sigue siendo ayudar a nuestros clientes de forma rápida y fácil. Al final del día, la satisfacción en ambos lados se nota claramente: Los clientes saben que sus preocupaciones están en buenas manos y el equipo está contento con el esfuerzo conjunto y un día de éxito.
