Autor
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Elisa Moretti
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Universidad
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Università degli Studi Roma Tre
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La industria de la construcción, tanto pública como privada, necesita métodos sostenibles y energéticamente eficientes. Desde este punto de vista, la madera, nuestra materia prima más importante, ofrece numerosas ventajas frente a otros materiales que no proceden de fuentes renovables. La madera se regenera, es reciclable y al final de su ciclo útil puede utilizarse para producir bioenergía. Además, al contener carbono en forma ligada, los productos de madera ofrecen un medio eficaz para combatir el cambio climático a largo plazo.
En Italia, la conciencia del alto riesgo sísmico, las situaciones de emergencia post-terremoto y la necesidad de reducir el consumo energético han acelerado un proceso de cambio, ya en marcha desde hace algunos años, respecto a una nueva forma de concebir los edificios. Las construcciones de madera con sus cualidades de ligereza, rapidez de construcción y buen comportamiento térmico son la tipología estructural que mejor consigue satisfacer todos estos requisitos al mismo tiempo.