En general, las superficies pueden tener diferentes tamaños y formas, desde simples planos, tales como muros, losas o chapas, pasando por cilindros de curva única, como silos, hasta estructuras de membranas de múltiples curvas.
Para un análisis estructural, se generan las superficies en el eje del centro de gravedad. Al definir el espesor y el material, estos tienen sus rigideces. De esta forma, es posible determinar las deformaciones y los esfuerzos internos que luego se pueden calcular según el material y la norma.